Sobre un espacio público para las artes
- Alonso III Munévar
- 31 ene
- 4 Min. de lectura
Actualizado: 31 ene
Querido lector o lectora, usted acaba de leer, valga la redundancia, el título que lleva por nombre esta columna y se da cuenta de que algo no le cuadra. ¿La razón? Una aparente incoherencia entre lo primero y lo segundo. Lo público, “dicho de una cosa accesible para todos” según el diccionario de la lengua española y las artes, que aunque no se defina de tal manera en un diccionario, parece ser cosa accesible solo para unos cuantos.

En aras de dar a conocer mi punto y explicar de forma un poco más detallada a lo que me refiero lo mejor será empezar con una breve encuesta. ¿Alguna vez se ha preguntado por los lugares que frecuenta y la razón por la que lo hace? ¿Cuál es el lugar de la ciudad en el que piensa cuando quiere ir a nadar?, ¿o cuando quiere ir a un lugar tranquilo para leer y tomarse un buen café?, ¿o simplemente cuando quiere salir de la monotonía y solo busca un plan que lo entretenga o lo desafíe? Es probable que la mayoría de los espacios en los que pensó queden muy distantes los unos de los otros, lo que en cierto modo lo limita. En algunos casos, la respuesta es un tema de ubicación y de transporte. En otros, la cuestión es aún más radical e inapelable porque no se cuenta con los espacios propicios para ninguna de las actividades mencionadas anteriormente y de ser así, muchas de estas exceden su presupuesto. La realidad es que estas cuestiones y/o limitaciones pueden ser de lo más diversas, lo que en últimas resulta en un enclaustramiento aparentemente voluntario en el que la única ventana al mundo parece ser a través de una pantalla.
¿Entonces qué hacer en una ciudad como Bogotá en la que el norte y el sur son literalmente polos opuestos, y en donde día día todo parece estar cada vez más lejos y más caro?
![FIG 2. Centro Felicidad Chapinero Vista Exterior Nota. De Alejandro Rogelis Arquitectura [Fotografía]. Recuperado de https://www.archdaily.co/co/919573/alejandro-rogelis-arquitectura-disenaran-el-centro-felicid ad-chapinero-en-bogota. FIG 3. Centro Felicidad Chapinero Vista Exterior. Elaboración propia](https://static.wixstatic.com/media/f23aad_147ae2c8a7d945e6b973b19038a1cdfe~mv2.png/v1/fill/w_49,h_28,al_c,q_85,usm_0.66_1.00_0.01,blur_2,enc_avif,quality_auto/f23aad_147ae2c8a7d945e6b973b19038a1cdfe~mv2.png)
Pues bien, la arquitectura se alza como símbolo de una realidad alternativa con el surgimiento de los nuevos Centros Felicidad, espacios públicos de gran magnitud destinados a las artes, la recreación y la cultura en un solo lugar. Si para Raymond Hood, reconocido arquitecto norteamericano, la arquitectura es el oficio de fabricar un refugio adecuado para las actividades humanas, entonces los ‘CEFE’ como les puede llamar también de cariño, cumplen con este propósito de manera integral. Ya que son el espacio para albergar una amplia y variada oferta artística, recreativa y cultural sin distinción de capacidad económica, edad o género.
“La arquitectura se alza como símbolo
de una realidad alternativa”
En el caso particular de la localidad de Chapinero, el CEFE inaugurado hace un par de meses en la calle 82 con 11, busca establecerse como: “El lugar más inclusivo en el barrio más exclusivo de la ciudad”, palabras textuales de Alejandro Rogelis, arquitecto encargado de diseñar y desarrollar el proyecto. La anterior, no es solamente una declaración audaz que busca tumbar las barreras sociales que tanto nos acomplejan, sino que el edificio mismo se revela como un enclave de pureza en un entorno contaminado, una forma de integrar la ciudad con la naturaleza a través de un enfoque sostenible, con un sistema de drenaje que reutiliza aguas lluvias para el riego de jardines y servicios sanitarios.
CEFE Chapinero, es un parque vertical que incorpora a cualquier transeúnte que quiera darse la oportunidad de tomarse un respiro y conectar consigo mismo y con la ciudad desde una perspectiva diferente a la habitual, acceder a cada uno de los espacios que allí se han dispuesto para su disfrute. Desde zonas de contemplación con vista a los cerros hasta espacios culturales, deportivos y participativos que potencian el nivel de aprendizaje de las personas y fomentan una sana calidad de vida.
“Un viaje a través del tiempo y el espacio en donde se pasa de los teatros de la Candelaria al polideportivo del Salitre en unos cuantos escalones”
La primera planta se compone de una plaza central que ya ha sido testigo de eventos musicales, teatro urbano y muestras artísticas de primer orden como La Feria del Millón 2024. Además de contar con el personal necesario para garantizar que la logística y la seguridad no se vean afectadas en ningún momento, CEFE Chapinero cuenta con todo el equipamiento que este tipo de dinámicas requiere. Al subir las escaleras, todas ellas exteriores para tener así una percepción más fluida del espacio, el segundo nivel se transforma en una arena polivalente de muros transparentes que alberga actividades deportivas de todo tipo como basketball, volleyball y fútbol sala además de eventos culturales que se llevarán a cabo eventualmente. Un viaje a través del tiempo y el espacio en donde se pasa de los teatros de la Candelaria al polideportivo del Salitre en unos cuantos escalones. Cada nivel, diez en total, devela espacios autónomos con una aparente desconexión deliberada, pero que comparten a la vez el goce y el disfrute, un lugar en el que todo puede coexistir.
![FIG 4. Centro Felicidad Chapinero Modelo. Alejandro Rogelis Arquitectura [Fotografía]. Recuperado de https://www.archdaily.co/co/919573/alejandro-rogelis-arquitectura-disenaran-el-centro-felicid ad-chapinero-en-bogota](https://static.wixstatic.com/media/f23aad_2cda989aa7d44280b2179ea8352a449d~mv2.png/v1/fill/w_49,h_28,al_c,q_85,usm_0.66_1.00_0.01,blur_2,enc_avif,quality_auto/f23aad_2cda989aa7d44280b2179ea8352a449d~mv2.png)
Ante todo lo anterior, solo queda mencionar que la ciudad ya cuenta con cuatro Centros Felicidad en operación y uno más en proceso de adecuación, cada uno de los cuales ha sido emplazado estratégicamente a lo largo y ancho de la capital para que el disfrute de las artes, el deporte y la cultura no sean más un privilegio de unos cuantos sino que sea dicho de una cosa accesible para todos, un espacio público para las artes.